Cuando practicas yoga, muchas veces habrás escuchado la frase «Déjate fluir», y otras tantas seguramente dependiendo de la escuela o estilo de yoga que practiques, «Activa pero sin tensionar el cuerpo».
Estas dos frases durante mucho tiempo fueron dos conceptos difíciles de entender en mi práctica personal, y sé que también lo es en la de muchos otros practicantes, por lo que puedo observar en mis clases.
La fluidez entre nuestro cuerpo y nuestra mente se transmite a la práctica y viceversa.
Cuando llevas de modo inconsciente a tu práctica todos los estereotipos de conducta que adoptamos en el resto de la vida diaria es difícil el abandono.
«Fluir es abandonarse al instante presente, sin juzgar ni querer contener ni intentar dominar la asana.»
«Fluir es dejar que la asana se pronuncie a través de nuestro cuerpo y de nuestra respiración.»
Este abandono produce unos beneficios enormes no solo en la práctica de yoga, sino también en nuestra vida diaria, porque cuando no quieres controlar todo lo que sucede y te rodea consigues disfrutar del momento y como por arte de magia todo a tu alrededor comienza a fluir también.
Seguramente en palabras no es posible transmitir cuál es la sensación física y emocional que este fluir de la energía produce; porque al igual que cuando me lo intentaban explicar a mí me parecía algo imposible también les parecerá imposible a los que lean este post.
Así que te invito a que intentes descubrirlo, y la mejor manera de conseguirlo para mí fue la práctica de yoga entendida como una práctica meditativa, es decir concentrando mi mente en el momento presente, sin intentar intuir lo que viene después, sin adelantar mi pensamiento a la acción, solo entregándome por completo a cada instante y a cada sensación de mi cuerpo.
Hola,
¡Buf! Fluir… qué importante es. Lo que pasa es que ¡cuesta! 🙂 Por ejemplo el miedo nos cierra y nos impide fluir.
Estoy de acuerdo con esas definiciones pero ¿verdad que a veces se convierte esto en algo imposible de realizar en esta vida actual?
Desde luego, no por ello pienso que debemos «rendirnos» porque bienestar siempre nos da.
Gracias por el artículo,
Saludos,
astrológico
Hola, en realidad no creo que sea imposible, lo que pasa es que cuesta trabajo porque generalmente no estamos acostumbrados a escuchar en nuestro interior, y sobre todo no juzgar nuestro exterior.
Si que es verdad que es sobre todo el MIEDO el que nos impide fluir. Nos dan miedo muchas cosas, el juicio de los demás sobre todo, y la mayoría de las veces nos dejamos guiar por la opinión de los demás y sus valores y no por los nuestros.
Gracias por tus opiniones.
Namasté.
Me gustaría hacer una pregunta,ultimamente me noto bastante apagada,no tengo ganas de nada,tengo algunos problemillas que me hacen estar asi,estoy bloqueada psiquica y fisicamente,creo bastante en las energias y en mi vida ahora mismo no fluye la enrgía.
Puede influir el hecho de contar mis problemas a casi todo el mundo?? es que ultimamente tengo la necesidad de contarlo de pedir consejos y a su vez cada persona me da una opinión y cuando estoy asolas me vengo abajo por tantas opiniones que tengo en mi cabeza.Cómo debería actuar para que mi energia fluya más???gracias.
Noemi, a veces muchas opiniones dan como resultado lo que tu dices, cada uno da una solución distinta a lo que le cuentas, y lo único que podrás conseguir será una enorme confusión.
Yo te aconsejaría que recurras a la ayuda de un profesional en quien confíes, psicólogo, terapeuta, o a una persona de confianza, y si tu criterio en estos momentos no es claro, que sigas sus recomendaciones, pero sólo de una persona en quien confíes, ya que sino lo que consigues es justamente el efecto contrario, más confusión y mayor indecisión y mayor pérdida de energía.
Me cuesta mucho trabajo fluir, que mi mente deje de estar pensando todo en el momento en que quiero meditar, me desanimo porque en vez de meditar me pongo a pensar y pensar
Hola Yessi,
La mente no va a dejar de pensar fácilmente, así que no se trata de no querer pensar, se trata de observar que es lo que sucede en la mente momento a momento, ser consciente de aquello que captó la atención y volver amablemente al punto de atención por ejemplo de la respiración en las fosas nasales, o cualquier otro objeto de observación con el que practiques, y poco a poco la mente se acostumbrará a que puede irse, pero tiene que volver. Todo es cuestión de constancia, paciencia, no juzgar, no ponernos metas, no aferrarnos a los pensamientos que pasan. Solo estar atentos a aquello que sucede a cada instante en el momento presente.
Espero que esto te ayude a no desistir.
Un cordial saludo.