Ayer en mi clase de yoga, al final como postura de relajación adoptamos la postura del niño Krishna, e increíblemente me produjo nuevas sensaciones y me gustaría compartirlas con vosotros .

Es es una postura que a nivel psicológico no solo permite la relajación, sino que además nos permite sentirnos seguros, ya que damos la espalda a lo externo, y nos conectamos con nuestro interior.
Permite seguridad, porque la parte más cercana a nuestras emociones, está boca abajo y por lo tanto protegida.
Pero además no sé porque es una asana que me produce ternura, seguramente me conecte con alguna postura adoptada durante mi niñez en los sueños, no lo sé con certeza, pero lo que sí sé es que ésta una postura especial para mi.
Espero que si no la habéis disfrutado nunca, la probéis y penséis en que sensaciones os produce, puede ser todo un descubrimiento.