Algunas/os de mis alumnas/os que practican yoga son mayores de 80 años y comparten su práctica en un grupo de otras compañeras que tienen 50 pero eso no les impide la práctica y aparecer así de joviales. La edad para la práctica no está en el carnet de identidad pero sí en el ánimo. Cada una de ellas trabaja con sus posibilidades físicas pero todas comparten el trabajo sobre su respiración y meditación, la edad en este sentido no es un límite sino una actitud.
¡Que las Navidades no hipotequen tu vida!
¡Que las compras de navidad no hipotequen tu vida!
Se trata de que elijas con libertad y no desde la sobre estimulación emocional que produce la respuesta automática.
Te invito a una reflexión y comparto contigo un pequeño cuento.
Te leo en comentarios
¿Tú que opinas?